Lo más importante en la vida, es hacer lo importante lo más importante.
No siempre las cosas grandes son las más importantes, se debe establecer o identificar que son las cosas más importantes.
Muchos podrían decir que lo más importante en sus vidas en la relación con el Padre Eterno y claro que si, pero aún así hacemos poco de esto por la falta de orden, cuando no se está ordenado se deja lo que es importante por lo que pensamos es urgente, cuando realmente no lo es.
Las cosas importantes no son para siempre, las cosas importantes también se terminan. Tenemos que aprender a valorar lo que tenemos y darle la importancia que tienen.
Si tenemos unos padres debemos valorarlos, si tenemos hijos, debemos valorarlos, si tenemos pareja debemos valorarlo, PORQUE UN DÍA NO ESTARÁN, entonces miraremos al pasado y podríamos pensar que no dedicamos tiempo a lo QUE ERA IMPORTANTE EN NUESTRAS VIDAS.
Hay tantas cosas en el diario vivir y las presiones que ejercen las diferentes plataformas en las redes sociales hoy día que dejamos de recordar lo que ya sabemos, darle importancia a lo importante.
Querido lector, tal vez no tengas pareja, no tengas hijos o ya tus padres no estén y piensas que no tienes nada para hacer importante lo más importante. ¿Cuántas veces dejamos de lado nuestra salud? Esto incluye caminatas, hidratarnos, alimentarnos de forma responsable.
Hacer importante el dejar atrás el pasado, saldar las deudas emocionales que tanto afectan el presente y abortan los propósitos, valorar el perdón y hacerlo muy importante.
Hacemos poco relevante asistir a un evento importante para nosotros o para alguien importante que podemos apoyar en asistir a dicho evento. En fin, cuando analizamos podríamos hacer una lista de personas y de cosas que son importante y darle la IMPORTANCIA que merecen.
Termino con lo más importante; exaltando al Creador de todas las cosas, amándolo con todo nuestro ser, con toda nuestra devoción y entrega, obedeciéndole guardando sus mandamientos, Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
No hay otro principio de GRAN IMPORTANCIA como el saber AMAR.
Capellán; Lillian Goden – Ramos