Lillian Ramos
Para ésta época de fin de año del calendario gregoriano, se levantan muchas disputas sobre el tema de las celebridades llamadas época de navidad y de Jánuca. Permítame hacer una distinción.
Recuerdo años atrás cuando me preguntaba y necesitaba más clarificación. He aprendido a no caminar por caminar, es caminar dejando atrás las vestiduras de un pasado que nos envolvió con una gran verdad pero con muchas añadiduras al fundamento puro y verdadero.
Escuchamos decir que debemos despojarnos de las tradiciones paganas de Grecia y Roma, pero también hay que limpiarnos de las tradiciones traídas de Babilonia. La fiesta de la dedicación Jánuca, (Juan 100:22), no es un sustituto de la navidad. El Eterno diseñó una Menora (candelabro), con ciertas especificaciones, una de ella era que fuese de siete brazos (Éxodo 25:31), los cuales apuntan o señalan los 7 Espíritus de Yah apoyado en Isaías 11:2 y validado en Revelaciones 4:5.
El integrar un candelabro de 9 brazos fue instituido por hombres después de la obra de nuestro Mesías. En Juan 10:22 relata que era invierno y era el tiempo de la fiesta de la dedicación del segundo Templo y nuestro Mesías andaba por el pórtico del Templo.
Hacer una Menorah en este caso (Janukia) de 9 brazos es como pasar una tachadura en una firma valiosa y dañar o invalidar. Una firma s muy parecido a nuestra huella dactilares, es de gran validez, una firma da testimonio que el contenido de un documento sea auténtico, único e innegable. No tenemos validez bíblica de esta tradición de encender por ocho días una Menora alterada. Esto no es Tora, es tradición de hombre. Sí celebramos Jánuca, porque fue la VICTORIA que el Padre Eterno le dio a nuestro Pueblo Israel por su fidelidad.
Según los libros de Macabeo (libros históricos), los 8 días de celebración fueron por no haber podido celebrar Sukkot debido al enemigo heleno. Inclusive los escritos de Macabeos señalan que vinieran a celebrar Jánuca con ramas de palmeras y no nos menciona una Menora de 9 brazos.
Alzo mi voz como Shofar para contar las maravillas de Adonay diciendo que el verdadero MILAGRO, fue que vencieron los pocos fieles contra muchos pagamos helenos. Nosotros como templos es buen momento para rededicarnos con más pasión a nuestro Creador.
Feliz días de la DEDICACIÓN!