
Por: Lillian Ramos – 2 Abril 2025
En el Imperio Antiguo de Egipto, la religión era muy imponente en la vida diaria y se reflejaba en todos los aspectos de su cultura incluyendo la escritura. Ellos escribían el nombre de sus dioses con símbolos (jeroglíficos), que para ellos tenían un significado mágico y sagrado.
Estos nombres los escribían en sus templos, obeliscos, lugares sagrados como lo eran las pirámides donde escribían sus textos o escribían los símbolos de sus deidades, haciendo rituales religiosos tanto para los vivos como para los muertos.
Cuando los jefes de familia creían en una o varia deidades hacían sus grabados o inscripciones en los postes de las puertas de sus casas. De ese modo dedicaban sus hogares a sus dioses y todo el que pasaba por sus umbrales se hacía participe a sus dioses. En el antiguo Egipto las puertas de las casas a menudo eran hechas de madera, aunque la piedra también se utilizaba. Así que era común ver en los marcos de las puertas las inscripciones de los dioses a los cuales ellos servían.
Por los muchos años que vivieron los hijos de Israel en Egipto bajo el régimen del Faraón, se asimilaron a la cultura egipcia, aunque tal vez no todos. Cuando hay un régimen opresor, los subordinados para sobrevivir, se someten a las directrices del dictador, causando dilución continua de sus creencias, resultando con el tiempo la pérdida de identidad. Por tal razón, cuando el Eterno envía a Moisés a Egipto para liberar al pueblo, Moisés le pregunta cómo ellos iban a saber cuál era el nombre del Dios de sus padres, el Eterno le responde: “Le dirás a los hijos de Israel: Yo Soy el que Soy” y añadió: Yah, el Elohim de Abraham de Isaac y de Jacob, Éxodo, 3:13-14. Definitivamente ellos no olvidaron de generación a generación los nombres de sus padres.
Bajo el contexto antiguo del Medio Oriente, las puertas, tienen un significado profundo, especialmente las puertas de las ciudades como lo es la puerta de Jerusalén. El significado sobre las puertas va más allá de una función física, la cual entendemos que una puerta es una entrada donde accedemos de un lugar a otro a través de abrir y cerrar, provee privacidad y seguridad. Espiritualmente una puerta da acceso entre lo terrenal y lo espiritual. Recordemos el sueño de Jacob con la escalera, él entendió que hubo una apertura de lo espiritual a lo terrenal, por eso dijo: “Esto no es más que la Casa de Dios y puerta del cielo”, Génesis 28:17.
Las puertas de la ciudades eran lugares de autoridad donde se controlaba el paso de las personas, los bienes, animales, era lugar de reunión, comercio y donde se llevaba a cabo los juicios y pactos. Un ejemplo sobre esto era cuando un amo le perforaba la oreja a un esclavo en la puerta como convenio legal (pacto), otro ejemplo que podemos ver, es cuando el marido de una mujer virtuosa es conocido en las puertas, sentado con los ancianos de la tierra. (Proverbios 31:23). Entendiendo el autor, que las puertas eran un lugar de justicia, como un tribunal con sus jueces (ancianos).
La Pascua se estableció con el suceso de la liberación con los hijos de Israel esclavizados en Egipto. Moisés le pedía al Faraón dejara salir a su pueblo a celebrar fiesta en el desierto. En la última plaga, (muerte de los primogénitos), tuvieron que seguir las instrucciones de inmolar un cordero sin defecto por familia y con la sangre de ese cordero, pasarla sobre los dos postes y la parte superior de la puerta, para que así la plaga exterminadora pasara por alto sus casas y no se afectaran, (Éxodo 12).
¿Porqué aplicar la sangre de ese cordero por los dos postes y arriba de las puertas? Porque en los postes de las puertas estaban escrito los nombres de sus deidades y el Eterno iba a ejecutar sus juicios con todos los dioses de Egipto. La sangre de aquellos corderos borró los nombres y así fueron librados de la plaga.
En toda la trayectoria bíblica el Eterno enfatiza en que es un Elohim celoso, señala la idolatría una y otra vez. En el Sinaí recibieron la instrucción escrita en piedra el mandamiento de no tener otros dioses delante de Él. Mientras Moisés recibía las instrucciones de parte del Eterno, el pueblo estaba desenfrenado en la falda del monte adorando el becerro de oro. El mensaje de los profetas enfatizaba sobre la idolatría del pueblo. Tener otros dioses es infidelidad al Padre Eterno.
Yeshua (Jesús), como Cordero, derramó su Sangre en el madero, para borrar la idolatría (pecados) y pasar por alto la sentencia de muerte a cada pecador, pasándonos de muerte a vida. Nuestro Mesías hizo en el madero la función de una puerta, nos proveyó misericordia, somos justificados por su Sangre, (Romanos 5:9), nos dio acceso para pasar y entrar al Lugar Santísimo.
Teniendo según la cultura y la historia del Medio Oriente un poco más claro sobre la función legal de una puerta entendemos porque Yeshua declaró que era LA PUERTA. “Yo soy la puerta; si uno entra por mi, estará a salvo, entrará y saldrá y encontrará pasto”, Juan 10:9. En Revelaciones, se presenta una puerta abierta a los de Filadelfia, que nadie puede cerrar, porque a pesar que tenían poco poder, no habían negado su Nombre.
Con brazos extendidos el Todopoderoso sacó de la esclavitud al pueblo de Egipto, librándolos de la muerte con la sangre de un cordero que era sombra del Cordero Santo, que nuevamente con brazos extendido volvió a sacar de la esclavitud del pecado a la humanidad, esta vez con su propia Sangre derramada en el madero. La Palabra que salía de la boca del Creador, tomó forma de hombre para llevar a cabo tan grande redención, (Filipenses 2:6).
Él es LA PUERTA
https://historic.nationalgeographic.corr
https://www.madrid.es
Sociedades Bíblicas Unidas. (1996). Dios Habla Hoy